¿Qué tanto afecta como entrenas tu mente en tu rendimiento diario?

Si piensas que el entrenamiento mental no afecta mucho tu rendimiento, vuelve a pensarlo. Evidentemente, el poder utilizar nuestra mente como nuestro mayor recurso nos da más posibilidades de obtener un mayor rendimiento. La razón por la que lo digo es porque en 1967, el psicólogo australiano Alan Richardson realizo un experimento que demuestra el poder de la mente en el rendimiento de los atletas. Lo que hizo fue tomar a 3 grupos de basquetbolistas. Primero, midió su habilidad en el lanzamiento de tiros libres como parámetro de mejora.
Luego, durante veinte días seguidos, el primer grupo dedico veinte minutos diarios a entrenarse en el lanzamiento de tiros libre. El segundo grupo no practico absolutamente nada. Y el tercer grupo tampoco practico físicamente, pero si practicaron mentalmente al visualizarse por veinte minutos diarios encestando el balón en la canasta.

Al terminar los 20 días de entrenamiento, Alan Richardson midió nuevamente su habilidad para encestar el balón desde tiro libre. Lo que descubrió fue que el primer grupo que había practicado solo físicamente había mejorado en un 24% de efectividad. El segundo grupo no mejor en lo absoluto. El tercer grupo, lo que practicaron solamente de manera mental, mejoro su rendimiento en un 23%. Eso es solamente 1% menos que los que lo hicieron de forma física.

 La clave es entrenar tu mente de la forma correcta – de que toda tu neurología y fisiología te apoye para tener el resultado que deseas, no importando lo que suceda en tu exterior. Y la mejor manera de hacerlo es a través de entrenamiento mental.

En 1980, se realizó otra investigación por científicos deportivos soviéticos sobre el entrenamiento mental. Este experimento incluyo 4 grupos de atletas de alto rendimiento antes de las Olimpiadas de Lake Placid, New York.
Los grupos de atletas fueron divididos de la siguiente manera:

Grupo 1: realizaron el 100% de entrenamiento completamente físico.
Grupo 2: realizaron el 75% del entrenamiento físico y el 25% del entrenamiento mental.
Grupo 3: realizaron el 50% del entrenamiento físico y el 50% del entrenamiento mental.
Grupo 4: realizaron el 25% del entrenamiento físico y el 75% del entrenamiento mental.

Los resultados fueron que el grupo 4, el cual había entrenado mayormente mental, tuvo un mejor rendimiento comparado con el grupo 3. El grupo 3 tuvo un mejor rendimiento comparado con el grupo 2. El grupo 2 tuvo un mejor rendimiento comparado con el grupo 1.

¿Quién pensaría que atletas entrenando sólo con la mente, pueden tener un mejor o similar rendimiento que sus compañeros que entrenaron físicamente?

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La efectividad de lo que haces como líder de grupos, como dueño de empresas, como ejecutivo empresarial o independiente puede gradualmente mejorar si sabes cómo entrenar tu mente de la forma correcta. Para ello te daré 3 claves para que el entrenamiento mental incremente tu productividad de forma sustancial.

  1. Ten claro lo que quieres conseguir

¿Qué es lo que quieres conseguir? Las actividades que realices en el día a día pueden ser abrumadoras. Sin embargo, cuando te haces esta pregunta, te darás cuenta de que si tienes un fin en mente le darás claridad a tu mente de obtener un objetivo específico. La habilidad de definir que es lo que quieres conseguir no solo te ayudara a facilitar el proceso de conseguirlo sino también de comunicarlo a otras personas.

  1. El Poder de la Imaginación

Garfield dijo, “durante los ensayos mentales, los atletas creaban imágenes en sus mentes de sus movimientos exactamente como lo harían en la realidad. El uso de esta habilidad incrementa de forma sustancial la efectividad de fijar metas, que hasta ese entonces no era más que un aburrido procedimiento.” Imagínate como si ya hubieras conseguido y hazlo lo más real posible. Por ejemplo, si lo que quieres es que te vaya bien en una entrevista de trabajo, imagínate entrando al salón de entrevista. ¿Cómo te vez caminando hacia la entrevista? ¿Qué palabras escuchas mientras hablas? ¿Que sensaciones tienes? Ahora, mírate consiguiendo convencer a la persona delante de ti y que te han dado el trabajo. ¿Como te sientes? ¿Como es tu posición corporal y respiración?

  1. Crea una nueva experiencia

De nada sirve si te la pasas imaginando como podría ser tu vida todo el día, toma acción y crea una nueva experiencia. Puede sonar útil poder definir exactamente lo que quieres y poder imaginarlo. Sin embargo, si no tomas acción será difícil que lo consigas. Pon tanta acción a tu nuevo comportamiento como creas necesario. Si no sale exactamente como querías a la primera, vuelve a intentarlo hasta que obtengas el resultado deseado ¿Recuerdas como aprendiste a caminar? Probablemente fue intentándolo una y otra vez hasta que finalmente lograste dominarlo.

 

Un abrazo,

Ernesto Mendizabal
Master en PNL, Coach Empresarial y Ejecutivo